El papa Benedicto XVI recordó el valor del matrimonio tradicional, tras resaltar que debe ser 'entre un hombre y una mujer', al dirigirse a los participantes al 10º Foro Internacional de la Juventud que se celebra en Rocca di Papa, cerca de Roma.
'Quiero exhortar a los jóvenes delegados a descubrir la belleza y la grandeza del matrimonio. La relación entre el hombre y la mujer refleja el amor divino de manera especial y por ello el lazo conyugal tiene tanta dignidad', escribió en un mensaje publicado por la oficina de prensa del Vaticano.
Las palabras del Papa fueron divulgadas pocos días después de que se celebraran por primera vez en América Latina, el continente más católico, las primeras ceremonias de bodas masivas para parejas del mismo sexo en Ciudad de México.
En otro país sumamente católico, Italia, el Tribunal Constitucional deberá pronunciarse en pocas semanas sobre el valor legal del matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que el mensaje del pontífice asume un tono especial.
Benedicto XVI criticó también en su misiva el aumento de los divorcios y de las separaciones. 'En un contexto cultural que considera el matrimonio como un contrato de una duración determinada y que se puede romper, es importante entender que el amor verdadero es fiel, es la entrega de sí mismo de forma definitiva', agregó.
El jefe de la Iglesia católica en numerosos casos ha condenado el matrimonio entre homosexuales, sin que ello haya impedido su legalización.
En México, la izquierda que gobierna desde hace 13 años la capital, ha impulsado legislaciones inéditas en el país como la despenalización del aborto, la aceleración de los divorcios y ahora el matrimonio gay.
También en Argentina ya se han realizado dos bodas entre hombres, autorizadas por amparos judiciales, aunque una de ellas fue anulada por un magistrado.
Al entrar en vigor la ley, el pasado 3 de marzo, Ciudad de México se unió a la lista de lugares que han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo: Holanda, Bélgica, España, Noruega, Suecia, Sudáfrica, Canadá y algunos estados de Estados Unidos.
En América Latina, únicamente se reconocían hasta ahora uniones civiles del mismo sexo en dos países, Uruguay y Colombia, así como en Buenos Aires y el estado mexicano de Coahuila.
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'Quiero exhortar a los jóvenes delegados a descubrir la belleza y la grandeza del matrimonio. La relación entre el hombre y la mujer refleja el amor divino de manera especial y por ello el lazo conyugal tiene tanta dignidad', escribió en un mensaje publicado por la oficina de prensa del Vaticano.
Las palabras del Papa fueron divulgadas pocos días después de que se celebraran por primera vez en América Latina, el continente más católico, las primeras ceremonias de bodas masivas para parejas del mismo sexo en Ciudad de México.
En otro país sumamente católico, Italia, el Tribunal Constitucional deberá pronunciarse en pocas semanas sobre el valor legal del matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que el mensaje del pontífice asume un tono especial.
Benedicto XVI criticó también en su misiva el aumento de los divorcios y de las separaciones. 'En un contexto cultural que considera el matrimonio como un contrato de una duración determinada y que se puede romper, es importante entender que el amor verdadero es fiel, es la entrega de sí mismo de forma definitiva', agregó.
El jefe de la Iglesia católica en numerosos casos ha condenado el matrimonio entre homosexuales, sin que ello haya impedido su legalización.
En México, la izquierda que gobierna desde hace 13 años la capital, ha impulsado legislaciones inéditas en el país como la despenalización del aborto, la aceleración de los divorcios y ahora el matrimonio gay.
También en Argentina ya se han realizado dos bodas entre hombres, autorizadas por amparos judiciales, aunque una de ellas fue anulada por un magistrado.
Al entrar en vigor la ley, el pasado 3 de marzo, Ciudad de México se unió a la lista de lugares que han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo: Holanda, Bélgica, España, Noruega, Suecia, Sudáfrica, Canadá y algunos estados de Estados Unidos.
En América Latina, únicamente se reconocían hasta ahora uniones civiles del mismo sexo en dos países, Uruguay y Colombia, así como en Buenos Aires y el estado mexicano de Coahuila.
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