Para el poeta, ensayista, crítico literario, narrador, editor y guionista capitalino Sergio Téllez-Pon, no existe un movimiento contemporáneo de escritores gays concebido como tal en México. Al menos no un movimiento uniforme, establecido previamente. 'Lo que sí hay son muchos escritores regados por todas partes que están escribiendo sus cosas”, explica el también conductor del programa de televisión Guau, quien al tiempo agrega: “Allí es donde entramos los críticos para poder hacer un discurso basado en todos esos cachos, remendando esas partes para formar un discurso en el que muchos lectores se reconocen”.
Téllez-Pon recuerda que hace algunos días platicaba con su amigo, el poeta uruguayo radicado en Brasil, Alfredo Fressia, quien le dijo que le parecía curioso que hubiera tantos escritores jóvenes declaradamente gays en México y que escribieran sobre la temática. “Me pareció divertida la observación de mi querido Alfredo porque yo pensaría que siempre ha habido locas escribiendo, que nunca se han escondido, que han sido valientes y han escrito sobre sus asuntos. Pero Alfredo, que pertenece a otra generación, lo nota más, claro, porque su época fue un parte aguas, ahora sí que gracias a ellos las locas de ahora estamos desatadas'.
Sobre literatura gay, la televisión y el activismo LGBT mexicano, Sergio Téllez-Pon platica con ZONA DIVERSA.
Entre tus múltiples actividades se encuentra la dirección de la editorial Quimera, ¿cómo ha recibido el público los textos que publican?
Quimera ya va a cumplir cuatro años y los resultados han sido muy equitativos, más buenos que malos. Hemos publicado 16 libros totalmente de temática gay, algo que es muy difícil para una editorial independiente, y está a punto de salir el número 17. Todos ellos en cuatro colecciones y todavía nos faltan otras dos, la de ensayo y la de cuento. Así que todavía queda mucho trabajo por delante.
En Quimera han lanzado obras de Luis Zapata, José Joaquín Blanco y Luis González de Alba, ¿qué representan para ti estos escritores?
Bueno, supongo que son nombres que pesan mucho, literariamente hablando, pero como editor ha sido un honor poder trabajar con ellos, publicarlos y sobre todo poder acercarme a su escritura de una forma más directa e íntima, conocer de cerca su modus operandi, por decirlo de alguna manera. Como editor, confieso que he cometido el atrevimiento de corregirles y ellos han aceptado, o no, mis observaciones, me les he puesto al tú por tú y eso sólo puede tomarse como una insolencia de mi parte. Pero de la misma manera ha sido un honor trabajar junto con Odette Alonso, Juan Carlos Bautista, con Hernán Bravo Varela, en fin, con todos mis autores.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en televisión?
Para mí ha sido muy rara porque no es algo que me haya propuesto ni fijado en mi vida. Al principio me espantaba mucho que la gente me reconociera en la calle, principalmente en los bares gays a los que salgo, porque nunca relacioné mi presencia en la tele con el reconocimiento público (menos, si piensas que es un programa que se transmite por televisión de paga). Ahora me divierte mucho, he aprendido muchas cosas que desconocía por completo.
¿Te identificas con el mundo del espectáculo?
No para nada, yo sé dónde está mi lugar y a cuál pertenezco. Muchas veces yo ni sé quienes son esos artistas que van de invitados, porque no estoy al tanto del show bussines y no me interesa estarlo, mis intereses musicales son otros. Si he hecho tele, y en específico ese programa, es por defender un espacio para los gays, así que en realidad ha sido una actividad en favor de una causa en la que creo y defiendo. Desde que empecé a hacerlo, pensé que era un espacio que había que defender, porque los hetero no tienen que luchar por esos espacios en la TV, ellos los tienen, siempre los han tenido, pero los gays no: somos el único programa de revista gay, conducido por tres gays declarados en México.
¿Qué opinión tienes del activismo gay que se hace en el país?
No tengo una idea general, sé de cosas que se están haciendo en Tijuana, por ejemplo, donde se ha formado un grupo interesante que está haciendo cosas por la comunidad gay en el estado, estoy muy al tanto de ellos porque Tijuana es una ciudad que siento muy cerca de mi corazón. Aquí en el DF todo es un pleito interminable de personalidades, grupos que se disputan cada año la organización de la Marcha, todos quieren figurar, no jalan parejo, cada quien jala por su lado y para sus intereses y es por eso que no participo del activismo aquí en la capital. Simplemente estando las cosas así no me interesan.
Fuente:-http://zonadiversa.blogspot.com
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