La historia no es nueva, en tiempos de esclavitud eran los negros quienes al llegar a una posición de alguna manera privilegiada dentro de su círculo, aun cuando siguieran siendo esclavos discriminaban a los otros esclavos. Hace poco lo reflejaba una nota periodística en relación a la situación de los hispanos en Estados Unidos, ahora son los afroamericanos quienes discriminan a los latinos y los acusan de robarles el empleo y quitarles oportunidades de progreso. Lo irónico es que quienes hoy discriminan aún son discriminados pero que además su bandera es precisamente la inclusión. Si, ellos han incluido a una parte de la población pero han excluido a otra parte por no compartir su visión política. Ya les cuento de qué hablo.
El día de hoy lunes 2 de junio de 2014, fui invitada a participar en una reunión en el Consejo Municipal de Libertador. En esa reunión se discutiría y se trataría de llegar a un consenso sobre la ruta de la marcha por de la sexo diversidad que se realiza cada año en el mes de junio por motivo del mes del orgullo gay, esto con la intermediación de algunos concejales.
Llegué tarde pues debía cumplir con un compromiso previo a esta convocatoria. Cuando llego veo que la sesión estaba en pleno desarrollo. Logré ver en la distancia a muchas de las personas con las que me he reunido en muchas ocasiones, todos militantes del chavismo. Logré ver entre otros a Leandro Viloria y su pareja Koddy Campos, Rummy Quintero, Dayana Morgado, Mollie Aguirre de la UBV, Víctor Fernández, Michel Nichelsi, a Ingrid Barón y su grupo, posteriormente llegó Giovanni Piermattei, y vi muchas otras personas más que me conocen y saben que jamás he recurrido a la política para discriminar a nadie y que cuando se trata de trabajar por los derechos humanos de las personas LGBTI me reúno con todo el mundo sin distinción alguna. Saben que jamás he hablado de mis inclinaciones políticas, ni me he expresado a favor ni en contra de nadie.
Al verme llegar sale Leandro Viloria y me dice que no puedo entrar porque “no se está permitiendo la entrada a las personas que no sean chavistas” que, de hecho, a un chico de nombre Ángel, de Barinas y militante de Primero Justicia se le había otorgado un derecho de palabra y se solicitó que se retirara, por no ser chavista.
Así mismo como se lee, un grupo de personas, lesbianas, gays, bisexuales y trans, que han sido y siguen siendo discriminadas se dan a la tarea de discriminar a personas igual que ellos pero que no comparten su visión política. El discriminado que discrimina. Esto no es más que la demostración de la más grande hipocresía de la que jamás haya sido testigo. Naturalmente, me sentí indignada, muy molesta y asqueada. Todos responsabilizaron a Ingrid Barón de ser quien negó la entrada a todo aquel que no fuese chavista. Pero el resto actuó de manera cómplice y sumisa. Al permitir esa discriminación se han convertido en lo que tanto han criticado, en opresores y abusadores del poder que temporalmente detentan.
Ya lo dijo una vez el dramaturgo francés Henry Becque “Los hombres se quejan de la injusticia y el abuso hasta que son capaces de ganar fuerza. Una vez que este poder está en sus manos, lo usan si es necesario para la comisión de injusticias y abusos”.
Mag. Quiteria Franco
Profesora Universitaria
Asesora del Grupo de Diversidad Sexual de la Universidad Simón Bolívar.
Defensora y activista por los Derechos Humanos de las personas Lesbianas, gays, bisexuales, Trans e Intersex (LGBTI)
Vocera de Unión Afirmativa de Venezuela.
Mag. Quiteria Franco
Profesora Universitaria
Asesora del Grupo de Diversidad Sexual de la Universidad Simón Bolívar.
Defensora y activista por los Derechos Humanos de las personas Lesbianas, gays, bisexuales, Trans e Intersex (LGBTI)
Vocera de Unión Afirmativa de Venezuela.
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